APRENDER A LEER CON EL MÉTODO DIVERLEXIA
Nivel 2: Vocales y Primeras Consonantes
Introducción de la lectura y la escritura. Enseñamos las vocales y las primeras consonantes.
Aprender a leer - Nivel 2 - Actividades de ejemplo
¿Qué encontrarás en este cuadernillo?
Más de 250 páginas de actividades para introducir la enseñanza de la lectura y la escritura con una metodología progresiva, explícita y activa.
Un método sintético-fonético basado en la enseñanza paso a paso, haciendo fácil lo difícil.
Un programa secuenciado para enseñar de manera explícita cada correspondencia sonido-letra (código alfabético del español) afianzando los cimientos desde la base.
Progresión
Evaluación inicial: “¿Cuánto sé?”
Código alfabético. Esquema global, ¿cuántas letras lo forman?
Vocales. Trabajamos cada vocal por separado y luego todas juntas.
Consonantes. Una a una, afianzamos el sonido y la letra de las correspondencias fáciles.
– El sonido del mugido /m/
– El sonido del silencio /s/
– El sonido de la lengua /l/
– El sonido del no /n/
– El sonido del moño /ñ/
– El sonido del estornudo /ch/
– El sonido de la risa /j/
– El sonido de la araña /r suave/
Repaso global con todas las correspondencias trabajadas.
Evaluación final: “¿Cuánto he aprendido?”
¿A quién va dirigido?
Aprendo a leer
Método para enseñar a leer desde el inicio.
Estoy intentando aprender a leer pero me cuesta mucho
Facilita el aprendizaje a quienes les está costando aprender con otras metodologías.
¿Por qué utilizar el Método Diverlexia para enseñar a leer?
Aprender a leer es como subir al pico más alto del Himalaya. Podemos pretender que lo hagan sin oxígeno y con tres paradas en campamento base o, por el contrario, hacer una subida muy escalonada, con buena alimentación, descanso y todo el oxígeno que necesiten.
El mejor alpinista lo hará de cualquier modo, pero el resto (la mayoría) solo lograrán un buen ascenso si se les aportan las herramientas necesarias.
Ahí se centra este material, en aportar todo el oxígeno que incluso los más vulnerables necesitan para superar cada pequeño pasito.
Partimos de aquello que dominamos, el lenguaje oral, para ganar confianza y sentir que el reto es alcanzable.
Aprendemos haciendo de manera activa: identificando los sonidos, analizando los patrones de trazado, comprendiendo cómo se combinan las letras…
Escalonamos el aprendizaje paso a paso sin dar nada por hecho, explicando cada detalle por si no pudieron captarlo por sí mismos.
Y, en definitiva, simplificamos lo esencial para aprender bien desde el principio porque, ¿cuántos chicos siguen cometiendo errores (g-gu, tra-tar, bla-vla…) por no haber entendido lo que aprendían?
¿Cómo se utiliza?
• El adulto como guía. Necesito que me ayudes, me hagas pensar, detectes lo que me cuesta para reforzarlo y te diviertas conmigo.
• Combínalo con actividades manipulativas. Utiliza, por ejemplo, estas letras móviles con vocales y consonantes diferenciadas.
• Vuelve atrás si no entiendo o no puedo resolver la tarea. Toda actividad siempre debe suponer un reto asumible.
• Trabaja en periodos cortos pero con continuidad. Creamos un hábito.
• Divide las tareas grandes en varias partes. Dosifica y combina, no tiene que hacer toda la lámina el mismo día.
• Adapta la cantidad de trabajo a la capacidad y necesidades de cada cual. Recuerda que menos es más.
• Desata tu creatividad al leer las histoletras. Utiliza gestos, modula la voz, introdúcelos en la historia y repetidla juntos resaltando el sonido trabajado.
• Complementa el trabajo con lecturas compartidas, juegos de palabras, leer carteles por la calle… Si ellos no quieren sé tú el mejor ejemplo.
• Plantea y comparte objetivos claros que le permitan entender cuándo lo ha conseguido, destacando cada esfuerzo no cada resultado.
• ¡La súper norma! Diviértete y haz que se diviertan. Cuando asociamos la lectura a sensaciones agradables nuestro cerebro nos pide más. ¿Imaginas qué pide el cerebro si asociamos leer a enfado, obligación, inseguridad, tensión, ansiedad, sobreesfuerzo…?
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